En 1980 ingresamos a una Institución de carácter científico y tecnológico: el Instituto de Investigaciones Eléctricas en Cuernavaca, Morelos. Ahí nos involucramos en el desarrollo de proyectos de investigación, fuimos responsables de la puesta en marcha del Laboratorio de Vibraciones, tuvimos la oportunidad de participar en servicios de balanceo en campo con la Oficina de Análisis Dinámico de CFE y colaboramos en la redacción del Manual de «Instrumentación para Análisis de Vibraciones y Balanceo de CFE», entre otros proyectos.

Desde 1987 somos independientes e inicialmente, nos dedicamos al balanceo de maquinaria rotatoria, enfrentándonos al hecho de que los equipos requeridos para desarrollar nuestro trabajo estaban fuera de nuestras posibilidades económicas. Las herramientas con que contábamos consistían en un osciloscopio, un tacómetro y un filtro analógico.

A raíz de la proliferación de las PCs se abrió el camino para realizar la adquisición de las señales de vibración digitalmente. Una vez almacenada la información, estuvimos en posibilidad de procesar los datos y presentarlos gráficamente en pantalla. Este procedimiento es lo que conocemos ahora como «instrumentos virtuales» El primero que desarrollamos fue un osciloscopio, seguimos con analizadores de espectros y continuamos con un programa de cómputo para balanceo modal, empleando diagramas polares o de Nyquist, el cual hemos ido mejorando hasta alcanzar lo que hemos llamado «Vectorscopio Digital M&P»

El esfuerzo realizado en el desarrollo de estos Instrumentos Virtuales (VIs) no ha sido en vano, ya que al comparar los costos de equipos dedicados, nos percatamos que los VIs son más accesibles. A partir del año 2000, observamos una fuerte tendencia a nivel mundial para el desarrollo de este tipo de instrumentación. Actualmente, los colectores de datos están siendo reemplazados por «Palms» conectadas a una pequeña tarjeta de adquisición de datos.